La guía completa del test A/B
No es la fórmula mágica para conseguir posicionar tu negocio digital por encima de la competencia. Esta fórmula no existe. Lo que sí existe es la imperiosa necesidad de recurrir al tradicional método prueba-error para conseguir captar la atención de los consumidores potenciales, educarlos a través del funnel de ventas, convertirlos y posteriormente fidelizarlos.
Y es que, el test A/B se ha posicionado como un poderoso aliado para las empresas. Según un estudio realizado por Hubspot, someter una landing page a esta metodología, permite aumentar la captación de SQLs (leads cualificados para la venta) entre un 30 y un 40% en una negocio B2B (business to business), entre un 20 y un 25% en un site de ecommerce.
¿Qué es el test A/B?
El A/B testing o test A/B, es un método que compara dos versiones de un activo, ya sea landing page, página web, artículos del blog corporativo, newsletter,… con un único objetivo en la mente: aumentar la tasa de conversión (dependiendo del objetivo del soporte). El test A/B abarca cambios de diferente magnitud: por ejemplo, radicales como un completo rediseño de una landing page, o pequeños como cambiar algunas palabras del copy del H1 de esa misma landing page.
¿Cuándo debo empezar a potenciar este tipo de metodología en tu compañía?
El test A/B es una metodología que debe potenciarse en la fase de conversión. Si tu negocio digital todavía no ha conseguido maximizar el potenciar en la fase de visibilidad y captación, no debes apostar por el test A/B.
Es decir, solo debes comenzar a implementar este método si tu negocio recibe un volumen de visitas suficiente, y tu captación de SQLs es aceptable. En ciertos casos aislados, como por ejemplo el lanzamiento de un nuevo producto o servicio, puedes utilizar el test A/B para para analizar cómo los futuros clientes responderán a la arquitectura y el diseño del site.
¿Cómo hacer el primer test A/B?
1- Define el objetivo de tu activo
Antes de realizar el test A/B, es fundamental que definas con claridad qué quieres conseguir, identificando cuál es el objetivo del activo que vas a someter a experimento. Algunos objetivos comunes suelen ser: aumentar leads, conseguir visibilidad, aumentar ventas,…
2- Determina la duración del experimento
Antes de hacer un test A/B debes definir durante cuánto tiempo vas a ejecutar la prueba.
Ten en cuenta el número de visitantes que necesitas para garantizar la fiabilidad de la misma. Es sencillo: conociendo tu promedio de visitas diarias, es sencillo determinar el periodo de tiempo necesario.
3- Analiza las variaciones necesarias en el experimento
¿Qué partes del activo quieres diferenciar? ¿Copys, diseño, llamadas a la acción, titulares, canales sociales,…?
4- La hora del test
Llega el momento de implementar las versiones de tu test A/B con las variaciones que has determinado.
5-Analiza los datos y extrae conclusiones
Finalizada la prueba A/B llega la hora de analizar los datos obtenidos y validar o rechazar las hipótesis planteadas. Por ejemplo si es una landing, y en una de las versiones los ratios de conversión son más elevados, ya tienes versión definitiva. Si por el contrario, no hay variación significativa, debes volver al inicio y plantear un nuevo experimento.
6- Informe de resultados
Es clave reflejar todos los resultados en un informe ¿Por qué? Estos experimentos pueden ayudar en un futuro, o incluso esa información puede resultar muy útil para otros departamentos de la empresa (sobre todo para los departamentos de Negocio).
Una problemática a atajar: el test A/B y el SEO
A la hora de realizar un test A/B, es necesario tener en cuenta que puede tener consecuencias negativas a nivel SEO. Los riesgos principales son los siguientes:
– Contenido duplicado
Si se dispone de URLs distintas en las diferentes versiones del test A/B (es lo habitual), corremos el riesgo de que Google nos detecte como contenido duplicado, con las consecuencias funestas que eso conlleva.
– ¿Qué pasa si Google indexa la prueba que al final desechamos?
Puede darse el caso de que Google indexe y muestre en el buscador la URL en la que mostramos la variación del test, pese a que, una vez dilucidado el resultado, eliminemos esa página de nuestro site (o al menos deberíamos hacerlo).
– Penalización por encubrimiento
Google se muestra inflexible ante el encubrimiento. Hay que tener mucho cuidado en no incurrir en los test A/B, sin un cambio de URL, en esta práctica, que consiste en mostrar un contenido para los robots del buscador y otro para los usuarios.
¿Cómo evitar ser penalizado por Google si realizas test A/B?
1- Especifica una URL canónica
Para realizarlo basta con incluir en el <header> de la URL del test la etiqueta rel=”canonical”:
<link rel=”canonical” href=”http://increnta.com/es ” /> Cuidado, SOLO en la sección <head> de la URL del test (especial atención a los que utilizan como gestor de contenidos WordPress, donde puede darse el caso de incluir la etiqueta en el <head> de la plantilla).
2- Evita que la URL de prueba sea indexada
Lo primero que debemos hacer es asignar una URL original y una de prueba. Para ello debemos:
– Configurar el archivo robots.txt para informar a Google que queremos que no indexe dicha página. User-Agent: Googlebot.
– Disallow: /productos/version-de-prueba-del-producto-a.html
– Utilizar la etiqueta “noindex”. Es necesario añadirla al <header> de la URL del experimento (cuidado con WordPress).
– Eliminar la URL de prueba en Google Webmaster Tools.
Si el resultado: www.increnta.com/es/productos/version-de-prueba-del-producto-a.html no obtuvo ningún resultado, ya puedes estar tranquilo: la URL no ha sido indexada.
3- Utiliza redirecciones 302 cuando el test se realice mediante redirección de la URL de control a la de prueba.
La redirección 302 tiene carácter temporal mientras que la 301 de permanente. Por lo tanto, si realizamos una redirección 302 estamos informando a Google de que dicha redirección solo sucederá únicamente durante un tiempo determinado (mientras realizamos el test A/B).
Si apostamos por una redirección 301, estaremos transfiriendo el pagerank de la URL de control a la de prueba, algo que no queremos que ocurra.
4- Elimina la URL de prueba al finalizar el test, y realiza una redirección 301
Una vez finalizado el test, con independencia de cuál sea la URL ganadora, debemos mantener la URL de control. Si resultara que la URL de control fuera la perdedora del test, lo que haremos será realizar las modificaciones sobre dicha URL para dejarla tal y como en la de prueba.
¿Por qué? El motivo es que esa URL de control tiene más peso orgánico, debido a la antigüedad. Además de que no hacer esta redirección 301, nos podremos encontrar con enlaces internos rotos.
5- Evita en encubrimiento
El encubrimiento se considera un incumplimiento de las Directrices para webmasters de Google porque proporciona a los usuarios resultados diferentes a los esperados.
Para no ser penalizado por encubrimiento a la hora de realizar un test hay que evitar que el método para mostrar un contenido u otro esté basado en el user-agent.
Ejemplo: mostrar el mismo contenido cuando el user-agent siempre sea Googlebot.
La magia donde pulsas un botón donde pulsar y automáticamente se duplica la conversión no existe (o por lo menos yo no la conozco aún). La única forma de aumentar la tasa de conversión es el test A/B.
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