Cuidado, tus perfiles en redes sociales pueden hackearse. Los ataques de las ultimas semanas, son prueba de ello.
En las últimas semanas leímos dos noticias que alertan sobre el hackeo de redes sociales y las de nuestros clientes. Toda agencia, debe tener normas, procedimientos, programas y equipos de alta seguridad para no correr esos riesgos.
Las noticias son alentadoras en el sentido que que Facebook sobre todo, toma cartas en el asunto y corrige errores de violación a sus sistemas, pero por otra parte son preocupantes las noticias que aparecen recién unos días casi en todos los medios: “Jani, un niño prodigio de 10 años Helsinki (Finlandia) se ha convertido en la persona más joven en recibir una remuneración económica de Facebook por haber encontrado fallos en el sistema de seguridad de Instagram, informan medios locales. El niño pudo encontrar un error en el programa que hacía posible borrar los comentarios de otros usuarios.” Sí, un niño de 10 años recibió 10,000 dls por haber encontrado fallas de seguridad en Instagram.
El hecho de usar nuestras redes sociales frecuentemente -hay quienes pasan varias horas al día en ellas-, hace que no nos demos cuenta de la cantidad de información que compartimos cada día con familiares y amigos. Fotos de los hijos, fotos de las vacaciones, selfies, auto nuevo o nuevas compras. Toda ésta información, aparentemente inofensiva para nosotros, es de gran valor para los ciberdelincuentes.
¿Que podemos esperar de los hackers “profesionales” que se dedican al robo de datos e identidades? ¿Podemos evitar fraudes y suplantaciones? ¿Qué buscan ellos?
Básicamente son tres cosas:
- Recopilar información personal para venderla como base de datos a empresas dedicadas al envío.
Obtener información confidencial para realizar compras o transacciones fraudulentas. - Forzar likes para productos, empresas o personas creando falsa popularidad -buena o mala- con post tendenciosos.
¿Cómo obtienen esta información?
- Los ataques más frecuente es el de SQL injection: donde los hackers tratan de introducir códigos en formas basadas en tecnología Web o URLs con el objetivo de obtener sistemas de back-end como bases de datos y ejecutarlas.
- Malware o Spyware: aplicación o software malicioso que se instala en nuestra computadora y obtiene nuestros datos personales.
- Phishing: intentan conseguir nuestros datos más sensibles, haciéndose pasar por nuestro banco.
- Virus Zeus: nos suplanta en nuestros perfiles sociales y actúa por nosotros.
¿Cómo combatir a los hackers?
EL combate a estos sujetos, obvio, no es literal. Pero podemos tomar medidas de seguridad como lo hacemos por ejemplo con nuestro automóvil y para ello, más elemental es poner un “bastón” o cadena en el volante. Probablemente el ladrón experimentado se reirá de nosotros, pero si tiene prisa buscará otro auto que no le cueste “tanto trabajo” robar. Así debemos considera las redes sociales y aquí cinco medidas básicas:
- Actualizar la configuración de seguridad. Mantener siempre actualizada la configuración de seguridad de las redes sociales para que los contactos sólo tengan acceso a la información o contenidos que uno desea.
- Usar contraseñas seguras. Nos lo dicen hasta el cansancio, pero muchos no “pelamos”. No usar contraseñas con tu fecha de nacimiento o el nombre de algún familiar cercano. El uso de una buena contraseña, no es ninguna tontería pues por lo regular creamos contraseñas fáciles de recodar y tampoco las cambiamos muy a menudo. Y esto, también lo saben los hackers que se dedican al robo de datos.
- No publicar datos valiosos sobre uno o la familia. Hay que tener muy claro este concepto, pues a la hora de subir datos en internet hay que reservar ciertos datos importantes, de los que nadie tiene que saber.
- Un mensaje puede no ser de la persona que dice ser. Los hackers pueden con facilidad entrar en cuentas y enviar mensajes que parecen de amigos o conocidos, pero no lo son. Si existen sospechas que un mensaje es fraudulento, usar el método alternativo de comunicarte con esas amistades para saber si es quien realmente lo envió. Esto incluye invitaciones a unirse a nuevas redes sociales.
- No contar todo a través de nuestras cuentas. Los hackers estarán felices si se dan santo y seña de nuestra vida o la de la familia; dónde trabaja uno, con quién sale, dónde estudia, cómo vive, etc. Tener cuidado con lo qué públicamos en Twitter, Facebook, blog y demás plataformas que manejes.
Llevar estas normas y procedimientos nos ayudarán no sólo en nuestros perfiles personales, si no también en los de negocios que manejemos. Y nunca está de más ser precavidos.
¿Has tenido problemas de seguridad de tus perfiles sociales alguna vez? Cuéntanos y compartamos experiencias.
