Pasando los ataques de París hace unos días, las empresas más conocidas en el ámbito computacional, entre ellas Facebook, Google y Apple, entre otra docena de empresas de firmas tecnológicas a nivel global, han urgido sobre las regulaciones contra el debilitamiento de datos y su encripción, usados para asegurar sistemas a través de las industrias, como la banca y el transporte.
Líderes del grupo G20 se encontraron este lunes pasado para discutir la respuesta a los eventos en Francia y votaron por iniciativas conjuntas de seguridad para derrotar al Estado Islamico.
En respuesta el presidente ejecutivo de el Consejo de la Industria de Tecnologías de la Información (ITIC, por sus siglas en inglés) Dean garfield comentó:
“Apreciamos profundamente la aplicación de la ley de y el trabajo de la comunidad de seguridad nacional que nos protege, pero el debilitamiento de cifrado o crear puertas traseras a dispositivos y datos cifrados para su uso por los chicos buenos en realidad crear vulnerabilidades para ser explotados por los malos, lo que es casi seguro que causará graves daños físicos y financieros a través de nuestra sociedad y nuestra economía. El debilitamiento de la seguridad con el objetivo de promover la seguridad simplemente no tiene sentido.”
Esto es consecuencia de una carta ya enviada a Barack Obama en julio que esbozó la confianza del consumidor y la privacidad se refiere, así como lo que sugiere que cualquier cambio en la política de Estados Unidos sentaría un peligroso ejemplo para otros países a seguir.
Mientras tanto, el Washington Post ha reunido una serie de declaraciones hechas por el consejero delegado de la aplicación Telegram, Pavel Durov, que sugieren que está dando marcha atrás en torno a su conocimiento de la utilización del Estado Islámico de su servicio.
En septiembre, Durov, cuya compañía no es miembro del ITIC, admitió en una entrevista en TechCrunch Disrupt que el grupo estaba usando Telegram.
Esta misma semana, también utilizó su perfil en VK, (el equivalente de Facebook en Rusia) un sitio que lanzó, para sugerir que “la prohibición de las palabras”, en lugar de tecnología de orientación, podría ser una mejor táctica para combatir el extremismo.
Pero un comunicado publicado en la página web de la compañía parece contradecir sus opiniones.
“Nos molestó al enterarse de que los canales públicos de Telegram estaban siendo utilizados por ISIS para difundir su propaganda”, dijo la compañía.
Telegrama también confirmó que 78 canales relacionados con ISIS se han bloqueado desde las matanzas de París, pero Reuters dice que otros nuevos se están agregando tan rápidamente como se están eliminando otros.